EL AGUA
El agua es un compuesto que se forma a partir de la unión, mediante enlaces covalentes, de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno; su fórmula molecular es H2 O y se trata de una molécula muy estable.
En la estructura de la molécula los dos átomos de hidrógeno y el de oxígeno están dispuestos en un ángulo de 105°, lo cual le confiere características relevantes.
Es una molécula di-polar – en la que el átomo de oxígeno central comparte un par de electrones con cada uno de los dos átomos de hidrógeno – con un exceso de carga negativa junto al oxígeno, compensada por otra positiva repartida entre los dos átomos de hidrógeno.
Puesto que los átomos de hidrógeno y oxígeno en la molécula contienen cargas opuestas, moléculas de agua vecinas se atraen entre sí. Esta estructura permite que muchas moléculas iguales se unan con gran facilidad, formando enormes cadenas que constituyen el líquido que da la vida a nuestro planeta.
El agua es una sustancia elemental que permite la vida en nuestro planeta, es un líquido incoloro, inodoro e insípido, que en grandes masas adquiere un color azul.
La composición y estructura molecular del agua son responsables de las propiedades físico-químicas que la distinguen de otras sustancias.
Estados físicos
El agua es una sustancia que se encuentra en el ambiente en cualquiera de los tres estados de la materia sólido, líquido y gaseoso.
Puesto que los átomos de hidrógeno y oxígeno en la molécula contienen cargas opuestas, de agua vecinas se atraen entre sí. Esta estructura permite que muchas moléculas iguales se unan con gran facilidad, formando enormes cadenas que constituyen el líquido que da la vida a nuestro planeta.
El agua es una sustancia elemental que permite la vida en nuestro planeta, es un líquido incoloro, inodoro e insípido, que en grandes masas adquiere un color azul.
La composición y estructura molecular del agua son responsables de las propiedades físico-químicas que la distinguen de otras sustancias.
Ciclo del agua
El ciclo del agua no se inicia en un lugar específico pero, para esta explicación, asumimos que comienza en los océanos. El sol, que dirige el ciclo del agua, calienta el agua de los océanos, la cual sube hacia la atmósfera como vapor de agua. Corrientes ascendentes de aire llevan el vapor a las capas superiores de la atmósfera, donde la menor temperatura causa que el vapor de agua se condense y forme las nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes sobre el globo, las partículas de nube colisionan, crecen y caen en forma de precipitación. Parte de esta precipitación cae en forma de nieve, que se llega a acumular en capas de hielo y en los glaciares -que pueden almacenar agua congelada por millones de años. En los climas más cálidos, la nieve acumulada se funde y derrite cuando llega la primavera. La nieve derretida corre sobre la superficie del terreno como agua de deshielo. La mayor parte de la precipitación cae en los océanos o sobre la tierra donde, debido a la gravedad, corre sobre la superficie como escorrentía superficial. Una parte de esta escorrentía alcanza los ríos en las depresiones del terreno; en la corriente de los ríos el agua se transporta de vuelta a los océanos. El agua de escorrentía y el agua subterránea que brota hacia la superficie se acumula y almacena en los lagos de agua dulce.
AGUA EN LOS OCÉANOS
La cantidad de agua “almacenada” en los océanos por largos períodos de tiempo es mucho mayor a la que actualmente se encuentra en movimiento en el ciclo del agua. Se estima que, de los 1,380,000,000 kilómetros cúbicos de agua en la Tierra, alrededor de un 96.5% está almacenado en los océanos. También se estima que éstos proveen un 90% del agua que se evapora hacia la atmósfera.
Durante los períodos de clima más frío se forman grandes capas de hielo y glaciares; mientras mayor sea la cantidad de agua que se acumula en forma de hielo, menor será el agua disponible en las otras componentes del ciclo. Lo contrario sucede durante los períodos más cálidos. Durante las últimas glaciaciones, los glaciares cubrieron casi un tercio de la superficie terrestre y los océanos eran aproximadamente 120 metros más bajos de lo que son hoy día. Alrededor de 3 millones de años atrás, cuando la Tierra era más cálida, los océanos podrían haber estado 50 metros por encima del nivel medio actual.
Existen corrientes en los océanos que mueven grandes masas de agua alrededor de la Tierra. Estos movimientos tienen una gran influencia en el ciclo del agua y el clima. La Corriente del Golfo es una corriente cálida del Océano Atlántico eve agua desde el Golfo de México, a través del Océano Atlántico, hacia Gran Bretaña. A una velocidad de 97 kilómetros por día, la Corriente del Golfo mueve 100 veces más agua que todos los ríos sobre la Tierra. Proveniente de climas más cálidos, la Corriente del Golfo mueve agua cálida hacia el Atlántico Norte, lo cual afecta el clima de algunas áreas, por ejemplo, el oeste de Inglaterra.
CORRIENTE DE AGUA
La Corriente de agua es el movimiento de agua en su canal natural, como un río. El U.S. Geological Survey utiliza el término para referirse a la cantidad de agua que corre en un río, arroyo o cañada.
Importancia de los ríos
Los ríos son necesarios para abastecerse de agua potable y agua de riego, para producir electricidad, para eliminar residuos (en el mejor de los casos, residuos tratados), para transportar mercancías y para obtener alimentos. Los ríos son los principales ambientes donde se desarrollan plantas y animales. Los ríos ayudan a mantener los acuíferos llenos de agua, ya que descargan agua hacia los mismos a través de sus lechos. Y los océanos se mantienen con agua gracias a que los ríos y la escorrentía continuamente están descargando agua en ellos.
Las cuencas y los ríos
Cuando se piensa en un río es importante pensar en su cuenca. ¿Qué es una cuenca?. Si estás parado sobre tierra en este momento, mira hacia abajo. Tú y todas las personas están paradas sobre una cuenca. La cuenca es el área dentro de la que toda el agua que cae se dirige hacia un mismo punto. Las cuencas pueden ser tan chicas como la huella de una pisada en el barro o tan grandes como para incluir a toda la porción de tierra que drena hacia el río Mississippi en el punto que desemboca en el Golfo de México. Cuencas pequeñas se encuentran dentro de cuencas más grandes. Las cuencas son muy importantes; los cuerpos de agua se ven afectados por lo que sucede en en sus cuencas, ya sea por causas naturales o provocado por el hombre.
La corriente de los cursos de agua está siempre cambiando
La corriente está siempre cambiando, día tras día, incluso minuto a minuto. La escorrentía en la cuenca producida por la lluvia es el principal factor que afecta a la corriente. La lluvia provoca el crecimiento de los ríos. Un río puede crecer aunque la lluvia se haya producido en un punto mucho más alto de la cuenca, ya que toda el agua que cae en una cuenca drena eventualmente hacia un mismo punto.
El tamaño de un río depende del tamaño de su cuenca. Los grandes ríos presentan cuencas grandes y los pequeños, cuencas pequeñas. De la misma forma, ríos de distintos tamaños reaccionan de manera distinta frente a las tormentas y las lluvias. El nivel de los grandes ríos aumenta y disminuye de una forma más lenta que el de los de menor tamaño. En una cuenca pequeña, la crecida y la vuelta al nivel normal del agua se produce posiblemente en cuestión de horas o minutos. A los grandes ríos les llevará muchas horas este proceso, por lo que las inundaciones pueden durar varios días.
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